El nuevo día amaneció invitándonos desde el buenos días inicial a ser auténticos, a creernos lo que nos dice la Palabra:
Yo soy el Señor,
tu Dios, tu salvador;
te amo y eres precioso ante
mis ojos.
El Principito nos invitó a pasear por los planetas y descubrir diversos personajes: el vanidoso, el rey, el farolero, el borracho... en todos ellos pudimos descubrir distintas maneras de vivir y de plantearse las cosas. El Principito no se quedó con ninguno, pero aprendió de todos ellos.
Descubrimos que todos nos ponemos máscaras cuando nos da miedo y no nos sentimos queridos. Nos animamos unos a otros a fiarnos de todo lo bueno que hay en nosotros. Y construimos nuestras propias máscaras de fiesta... ¡de las auténticas!
Por la tarde, nos esperaba el taller de caballos, las herraduras y las piraguas. ¡Una tarde de aventura!
Al final del día, cada planeta preparó su play back; eligieron una canción que representara la persona que quieren ser. Se valoró la creatividad, la letra, el sentido elegido, la coreografía y la escenografía. Todo un derroche de dones.
Al final del día, cada planeta preparó su play back; eligieron una canción que representara la persona que quieren ser. Se valoró la creatividad, la letra, el sentido elegido, la coreografía y la escenografía. Todo un derroche de dones.
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