sábado, 7 de julio de 2012

Día 6: Mira y dale la vuelta al mundo (excursión a Alcalá)

El día 6 nos levantamos sabiendo que nos esperaba un camino por hacer hasta Alcalá. Quizá por eso el Principito nos invitaba a mirar y no conformarnos con ver. En la oración de la mañana Jesús nos recordaba que lo que hacemos a "uno de estos más pequeños a Mí me lo haceis" (Mt 25). No basta con saber mirar; hay que darle la vuelta a todo lo malo que nos rodea, comprometernos con ello... 
Y así, salimos para Alcalá de Henares caminando. Como estrellas que somos queremos poner luz a los demás, especialmente a los que más lo necesitan. En palabras de Mª Antonia París: queremos hacer fácil el camino a los demás.
Ya en Alcalá, descubrimos diversos testimonios de algunos "pequeños", los más débiles de nuestro mundo y dedicamos un rato a pensar qué podemos hacer cada uno de nosotros para "darle la vuelta".
En la comida, "casualmente" nos encontramos con un reparto muy desigual de la comida: algunos grupos tenían una bolsa de comida para cada miembro del grupo, otros solo tenían la mitad, otros dos para 12, otros tenían hasta galletas de chocolate... ¿Qué habría pasado?
La reacción general del grupo merece contarse en nuestro blog: tras la extrañeza inicial, nadie protestó. Todos compartieron la poca o mucha comida... Fueron pocos los que intentaron coger su bolsa de comida y no "mirar" más allá de su bocata. Poco a poco, espontáneamente, se partían trozos de bocadillos, nos daban a los apjs... ¡¡¡Estaban dando la vuelta a orden normal!!! ¿Por qué nos costará tanto hacerlo también en la vida ordinaria?
Después, sacamos el resto de la comida. el reparto no había sido un error sino una dinámica del campamento. Y una vez más se dio el milagro: ¡¡sobraron varias bolsas de comida y eso que había una por persona! Habían compartido y no tenían más hambre...  
Conocimos a Sara, guía turística de Alcalá, que nos acompañó por algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad. ¡Gracias, Sara!
Una estupenda manguera fresca nos esperaba al regresar al campamento... ¡y todos a la ducha! Con el cansancio acumulado, la noche fue tranquila: ensayo del flashmob para Segovia y visita de la Guardiana de las Estrellas. Una venerable y misteriosa anciana que con la voz entrecortada nos recordaba que somos estrellas, que cuanto más nos alejemos del Sol (que es la Vida, que es Dios), menos brillaremos y seremos inútiles, que saquemos a la luz todo lo luminoso de nosotros mismos... 
¡Cuánto vivido, Señor!

2 comentarios:

  1. Nos emocionamos al leer vuestra experiencia del día. Sabemos que son jóvenes y niños con un gran potencial, del que vosotros sabéis dar buena cuenta.
    Seguro que a ellos les dejó huella.

    Otra vez más: Gracias
    Aurora y Sara

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  2. Y recalcar que me encantó la dinámica de la comida. Ojalá funcionase igual de bien en el mundo "grande"!!

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